Sigo soñando contigo y anoche pensé que tras llevarte al hotel en el que habías quedado con tu amante, te ayudé a vestirte con lencería muy sexy y provocativa. Y cuando llamaron a la puerta fui a abrírsela l a tu amante de ojos verdes, que nada más verte, l se abrazó a ti y comenzó a desnudarte mientras yo iba colocando las ropas en la butaca que había junto a la cama.
Y cuando ya te tuvo desnuda, comenzó a besarte mientras tú le devolvías los besos con ardor, con pasión, porque mientras a mí sólo me das besitos tiernos, a tus amantes les das besos pasionales, morreos con lengua que me ponen aún más cachondo porque es una deliciosa forma de humillarme.
Y así habéis estado hasta que tú te has puesto encima de él, te has penetrado y he visto como tu culo subía y bajaba sobre su polla, por lo que me he acercado de rodillas por detrás y te he lamido a ti el culo y a él la polla, mientras subías y bajabas sobre ella. Hasta que te os habéis corrido y entonces yo te he cogido la mano y te he dicho que te quiero, que te amo.
Que mi amor por ti no tiene límite porque mi humillación es la evidencia de mi entrega absoluta pues quiero amarte hasta más allá de cualquier límite. Porque quiero traspasar todas las barreas y que me humilles haciéndome cornudo, es mi forma de demostrarte que te lo entrego todo, hasta lo que más valora un hombre: su orgullo y su dignidad.
Y tú has sonreído y te has levantado para "premiarme", según me has dicho mientras cogías la fusta, me echabas sobre la cama y me azotabas el culo. Y yo te daba las gracias tras cada azote. Y cuando has visto que tenía el culo rojo y que ya era "cornudo y apaleado", como a ti te gusta, has cogido una bolsa que habías traído y que no sabía que contenía. Has sacado una muñeca hinchable, la has inflado y entonces la has puesto sobre la alfombra y me has dicho que me la folle.
- Fóllate la muñeca, mi cornudo, que quiero dejarte satisfecho.
Y os habéis quedado los dos mirando como me follaba la muñeca hasta que os habéis cansado, porque de pronto te has vuelto a subir encima de él para follártelo. Te habías excitado al verme humillado con la muñeca. Y mientras me mirabas a los ojos y te follabas a tu amante, yo me he corrido dentro de la muñeca.
Y tú me has mirado y también te has corrido sobre tu amante.
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